de un mismo pedazo de madera
ejecutado como un solo movimiento adagio
bosquejado con un mismo bote de pintura
que se haga con las manos de un ciego
con el fuego-sudor de un alfarero
la mordida de un hambriento
y la paciencia de un pájaro en vuelo
Que dure lo que un segundo se atreva a existir
a los ojos de un descompuesto reloj de pared.
lo leí antes
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